
Parece como si fuera un espejismo, no hay agua, no hay otoño, el verano se niega a abandonarnos, todo aparece reseco, consumido, cuando tenía que estar agostándose, brillante y de mil colores.
Me gusta ver las cosas desde el otro punto de vista. Me resulta estimulante. Me pasa con los que ganan y los que pierden, con los que creen que tienen razón y los que no la llevan, con los problemas y los sudokus, con la comida, si pienso y si le hubiera echado…
Lo que empezó buscando el movimiento en el Circuito de Navarra acabó en una revisión de coches Clásicos pasados por la «texturadora»…
Uno de esos días de vacaciones cumplimos una pequeña promesa y nos regalamos una etapa del Camino de Santiago.